Cómo se alargan las sombras cuando miro alrededor y no hay mas que quietud. El aire se espesa y los oidos me zumban. Podría ser un sueño, de esos en que te encuentras en otro planeta y que terminan cuando el meteorito pasa rozando y todo el mundo se salva. Pero no, estos momentos son reales, lo máximo permitido por la condición humana. Esta trama cuenta con todo lo necesario para ser un éxito de taquilla, pero por ahora solo mi corazón asiste mudo al preestreno. Ahí estoy yo, sentada en primera fila. En el reflejo, a mi espalda, se puede leer "ROTCERID", "ZIRTCA" y "ATSINOIUG"... será cierto? No me siento con el control ni el poder suficiente como para que esta silla sea la mia. Vivo de prestado, os lo puedo asegurar. Sin embargo, la farsa continúa conmigo en el papel principal (y la sombra, que no me abandona). Añoro algún otro actuante en escena. Los monólogos son demasiado largos, y lentos.

Aquí nadie coopera ¡ ¡ ¡

El silencio sigue siendo el amo de esta situación, todo indica que debo seguir sus pasos, rebelarme no sirve de nada. Con mi voz solo consigo rasgar el telón antes de que suba, y todo aquél que se esconde tras la oscuridad termina por huir.
Si, debo seguir con atención el suave movimiento, la estela del dedo índice de mi buen apuntador, camino de sus labios, que poderosos y místicos lo reciben lanzando, en ese mismo instante,un fingido beso al vacío.

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