Mi lavadora

Mi pensamiento es redondo, sin esquinas ni aristas, contínuo. 

 Y todo va dando vueltas, mezclando alegrías con penas, temores con anhelos, realidad y utopía. 
 Nadan juntos y apelotonados como calcetines en una lavadora, los pobres osos polares que se están extinguiendo con los fideos que hay que comprar para la sopa de mañana. 

Qué programa he puesto, el largo? el de ropa blanca? esto parece que no tiene fin.
 Idas, venidas, vueltas y vueltas. 
 La energía se transforma y mi cabeza se convierte en una lavadora.
 Blanqueando los negros tintes de cada día, centrifugando nostalgias y depurando racimos de ideas a gotas de mágica viveza.

(perdonad la nostalgia ¡ ¡ ¡ )