PuRo PaPeL

-->La experiencia me dice que somos de papel. Unas veces cartón, otras papel mojado.

Llevamos las alegrías trazadas por la sonrisa en la piel para que calen por la trama y aniden en el interior.
Sentimos a suave, latimos a áspero papel, rezuma todo aquello que no conseguimos filtrar. Colorido o en tonos de gris, como una acuarela que resbala a la vez que araña la superficie húmeda y licua el cuerpo sólido y el espíritu gaseoso.

Pero estamos hechos, sin saberlo de restos de otras vidas, de otras gentes, de universos volátiles, asimilados ya desde el inicio dentro de la pupila, que invaden como alienígenas el corazón de savia dulce y espesa para hacerlo parte de sí, círculo fecundo de su propia naturaleza.

Sentimos la imperiosa necesidad de dejar caer las hojas tristes apergaminadas cada otoño, con nostalgia, marcando la lentitud de la caída al fuego de la gravedad, aliviando el peso del nudo leñoso de nuestro propio ser, abocados sin remedio, devanando la tristeza en hilos, escritos como sinuosas cintas brillantes, dibujadas, sobre nuestra superficie de puro papel..