Temor mudo que enmudece



Aunque sea de reojo, siempre noto el aliento en el cuello y la frialdad sudorosa en las manos. Ni un sonido, vibraciones ínfimas, delata el nervio que rápido cruza mi cuerpo de norte a sur, acuciante por llegar al mar y surcar el océano liberador. Ni un sonido, acuoso sufrimiento dilatado que se eterniza en tan poco tiempo que ni la física cuántica podría explicarlo. Pero existe, sin explicación racional ni prueba científica que lo demuestre, insustancial y palpable, inmaterial y pesado y áspero, y acre y gomoso. Ni un sonido lo delata, y sin embargo estalla y rompe el interior resbalando y arañando entrañas, que crujen con el peso de la desesperanza y el olvido acumulado, con tanto temor, tanto, que el presagio del final se vuelve bálsamo dulce de última promesa. Y ahí sigue....Y me espera, me acecha, me nombra, me llama, me atrae, me seduce, me reclama, me paraliza, me sujeta, me desnuda, me amordaza, me engaña, me calla. Y cuando callo ya no soy yo. Soy otra, en quien solo ya anida el temor de no volver a ser yo.



1 comentario:

  1. Y al final, siempre se escapa.

    Un saludo.
    Amador del campo

    ResponderEliminar

[comelight280.jpg]

Fan+Club